Durante siglos muchos han dedicado su vida a buscar el elixir de vida, una sustancia que facilite la condición de inmortal a todo aquel que la posea. Para entonces nadie era consciente de que un pequeño ser de los océanos ya había conseguido incluir la inmortalidad en su ciclo de vida. Si en esa época hubiesen conocido a la medusa inmortal Turritopsis nutricula, sin duda alguna habrían alucinado.

Introducción

Si, has leído bien, la medusa Turritopsis nutricula es considerada un ser vivo inmortal. Es capaz de revertir su ciclo de vida, es decir, que una vez en forma adulta es capaz de regresar a forma pólipo y volver a crecer hasta convertirse en adulto otra vez, y así las veces que hagan falta. Para que nos entendamos todos con la medusa inmortal, es como si una mariposa fuera capaz de volver a ser oruga y volver a crecer hasta mariposa cientos de veces dando lugar un ciclo de vida en forma de bucle infinito.

En teoría este proceso se puede realizar de manera indefinida, lo que le otorga a esta medusa la condición de inmortalidad biológica. Es el único metazoo conocido capaz de regresar a la inmadurez sexual tras haber alcanzado la madurez sexual. Además, experimentos en el laboratorio han demostrado que la medusa puede volver a la fase pólipo en cualquier momento desde cualquier etapa de su ciclo vital.

¿Por qué la medusa inmortal no muere?

La medusa inmortal no muere porque tienen unas células capaces de realizar la transdiferenciación. Esto es la capacidad de una célula, que no es una célula madre, para transformarse en otro tipo diferente de célula; o cuando una célula madre ya diferenciada crea células diferentes a las de su ruta de diferenciación. Hablando a groso modo -he de reconocer que la biología celular no es mi punto fuerte, mis excusas a los que saben de este tema por si digo alguna barbaridad- es como si las células madre que se dedican a crear células para el corazón, pudieran de vez en cuando crear células óseas.

Resumiendo, el proceso consiste en la degradación de los tejidos de la medusa hasta convertirse en poco más que un saco de células del que surgirá un nuevo pólipo.  Todo comienza con el deterioro de la campana y los tentáculos, tras haberse degradado por completo, se deposita el amasijo de células en el suelo. De aquí surgirán estolones que darán lugar a varios pólipos que crecerán de manera colonial creando clones de si mismos. De estos pólipos renacerán de nuevo las medusas. Es algo similar al caso de la mítica ave fénix que renace de sus propias de cenizas de manera indefinida.

Este proceso no ha podido ser observado aún en el medio natural pero sí en el laboratorio. En cautividad se ha observado en un 100% de individuos durante más de sesenta ciclos vitales. Quizás, en el ciclo sesenta y uno mueran todas…o no…pero todo parece indicar que este bucle se puede repetir de manera indefinida, a no ser que se cruce en su camino alguna enfermedad o algún depredador que acabe con ellas.

Características de la medusa inmortal

Taxonomicamente la medusa Turritopsis nutricula es una especie de hidrozoo hidroideo de la familia Oceanidae. Es originaria del mar Caribe pero ya se está expandiendo por todo el mundo, en parte por culpa de los tanques de lastre de los barcos que se llenan en este mar, atrapando a estas medusas, y luego se vacían en otras zonas. Ya se ha encontrado a la medusa inmortal por todas las aguas templadas y tropicales del mundo, desde las aguas de Japón hasta las costas de América Central. Incluso se ha visto a esta medusa en el Mar Mediterráneo, concretamente en las costas de España y de Italia.

Hay varias especies del género Turritopsis, las más conocidas son Turritopsis nutricula, Turritopsis rubra y Turritopsis dohrnii. Hay bastante enredo con estas tres especies en particular, ya que la que tiene la fama de ser inmortal es la T. nutricula, pero los experimentos de laboratorio donde se ha observado que los adultos son capaces de retornar a la fase pólipo se han hecho con T. dohrnii y, sin embargo, la mayoría de las fotos que se encuentran en internet sobre la medusa inmortal son fotografías de T. rubra, que es muy similar a la T. nutricula pero más grande y originaria de los mares de Nueva Zelanda, además en T. rubra no se ha observado la capacidad de ser biológicamente inmortal.

En resumen, la verdadera medusa inmortal es la Turritopsis dohrnii, originaria del Mar Mediterráneo. Toda esta confusión es porque es muy complicado diferenciar las especies de Turritopsis entre sí. Además, la dispersión geográfica antes comentada de la T. nutricula sumada a una dispersión similar que está sufriendo la T. dohnrii hace que sea aún más complicado diferenciarlas.

¿Como es la medusa inmortal?

La verdadera medusa inmortal, T. dohrnii, es un ser bastante diminuto ya que apenas alcanza el medio centímetro de diámetro, los individuos de esta especie tienen un diámetro de entre 4 y 5 milímetros, y son prácticamente parecidas a cubos ya que más o menos miden lo mismo de alto que de ancho.

Recordemos el cuerpo de las medusas suele estar compuesto por un 95% de agua aproximadamente, así que la medusa inmortal no iba a ser menos. Su pequeño cuerpo es gelatinoso y transparente. Destaca el estómago de estas medusas, ya que en contraste con su transparencia, este es de un brillante color naranja/rojo.

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Los ejemplares jóvenes apenas llegan al milímetro de díametro y, a diferencia de los 80-90 tentáculos que tienen los adultos, los jóvenes sólo tienen 8 tentáculos repartidos alrededor del borde de la campana.

¿Como se reproduce la medusa inmortal?

Respecto a la reproducción, la medusa inmortal sigue el mismo patrón que el resto de sus congéneres…Fecundación externa que da lugar a una larva plánula que se deposita en el fondo y de la que crecen innumerables colonias de pólipos que, posteriormente, se transformarán en cientos de medusas adultas.

Las invasión de las medusas inmortales

A pesar de que la medusa inmortal es muy susceptible a ser comida por sus depredadores naturales – recordemos que las medusas son plancton y que el pobre plancton es comido por todo el mundo marino prácticamente – los científicos creen que esta habilidad de inmortalidad biológica le otorga un punto extra de colonización a estas medusas ya que “al no morir” siguen reproduciéndose por lo que cada vez hay más individuos, es decir, que ahora mismo mientras lees esto, las medusas inmortales están invadiendo poco a poco nuestros mares y océanos…parece un argumento de una película de ciencia ficción…

Sin duda alguna este diminuto ser es uno de los animales más especiales e increíbles que habitan en nuestros mares. Y yo no hago más que preguntarme, que si apenas se ha estudiado – o visto – un 5% de los océanos, y ya conocemos a tantos seres vivos tan alucinantes como la medusa inmortal, el zafiro de mar o el prehistórico cangrejo herradura …¿que alucinantes seres habrán aún por descubrir en el otro 95% de los océanos?