Forges es infinito.
Cualquier palabra es ínfima, cualquier homenaje es atómico en la escala Forges. Antonio Fraguas, Forges, esa gran persona, esa buena persona, ese genio que marcó varias generaciones de pensadores críticos, ese artista que endulzaba la realidad cada día, ese creador de conciencias, ese inspirador social. Gracias por tu obra, don Antonio, gracias por ser así y por estar con todas las causas justas, siempre que has podido.
Recuerdo en mi querida Facultad de Matemáticas de la Universidad de Murcia que supe de ti. Antes de mi promoción, unos alumnos quisieron hacer una camiseta para las fiestas de San Alberto (nuestro patrón) con un dibujo de Forges. Los estudiantes pasaron a la acción, escribieron correos ordinarios y electrónicos, mensajes por tierra, mar y bits hasta dar con Antonio Fraguas. Su respuesta fue emocionante: “Claro que podéis usar mi dibujo, es más, es un honor”. Nos dedicó esa viñeta. Mi compañero José Ángel Murcia luce dicha camiseta en honor a la pérdida del maestro de todxs.
Más adelante, como Profesor Asociado de la Universidad Miguel Hernández, he podido disfrutar del nombramiento de Forges como Doctor Honoris Causa en mi Universidad, pude conocerlo en persona, pude disfrutar y aprender de él. Y con eso me quedo. Con lo aprendido. Con lo disfrutado. Con los valores de Forges.
Todo esto (las dos anécdotas) ha sido gracias a un amigo del alma, José Juan López Espín, fan absoluto de Forges y actual Vicerrector Adjunto de Comunicación de la UMH. Insistió en esa camiseta en la UMU, insistió en nombrar Doctor Honoris Causa a Forges y se convirtió en su padrino. Esa pérdida la comparto con él. Y con medio mundo.
El mejor homenaje que se puede hacer es con su obra. Aquí una serie de viñetas con guiños y referencias al mundo de las Matemáticas.