A partir de que el libro caiga en tus manos, o de que tú caigas por esta página, vas a tener que buscarte una amistad que trabaje en el sector “peluquería” porque ello te va a asegurar la provisión de material para tus investigaciones.
PELOS.
Sí, pelos y todo lo que tiene que ver con ellos. Y ya ninguna cabeza que se te pase por delante volverá a ser igual. Todas tendrán una connotación, cuando termines con el libro, o el libro termina contigo o tú terminas siendo un experto en cabezas, cabellos y demás pilosidades.
¿Por qué nos ha parecido interesante “perder” el tiempo en montar estos 10 experimentos? Pues porque creemos que es posible un mundo mejor a base de que las nuevas generaciones toméis las riendas de vuestro propio pensamiento. El acatamiento de las verdades, sin cuestionarse al menos los principios que las han llevado a ser verdades, no es la mejor manera de aprender a pensar por sí mismo. De modo que ¡adelante! Pregúntate cosas, esas que suceden así, porque siempre ha sido así. Y aprende a preguntar. Esa será la mejor manera de llegar a elaborar tus propios criterios sobre los acontecimientos de este mundo.
Estos diez experimentos no dejan de ser un estímulo para que sigas los pasos de un método científico serio… que desmonte y que pregunte… principalmente para que te rebeles con las verdades impuestas y a la vez, conozcas la disciplina del método de investigación científica.
Aquí tienes nuestro granito de arena. Y gracias por estar ahí, al otro lado de la pantalla, leyendo esto.